viernes, 25 de enero de 2008

Jorge Luis Borges





Dime
(Atribuido a Borges. Autor: Gustavo Alejandro Castiñeiras. Nombre original: Poema de un Recuerdo)

Dime por favor donde no estás
en qué lugar puedo no ser tu ausencia
dónde puedo vivir sin recordarte,
y dónde recordar, sin que me duela.

Dime por favor en que vacío,
no está tu sombra llenando los centros;
dónde mi soledad es ella misma,
y no el sentir que tú te encuentras lejos.

Dime por favor por qué camino,
podré yo caminar, sin ser tu huella;
dónde podré correr no por buscarte,
y dónde descanzar de mi tristeza.

Dime por favor cuál es la noche,
que no tiene el color de tu mirada;
cuál es el sol, que tiene luz tan solo,
y no la sensación de que me llamas.

Dime por favor donde hay un mar,
que no susurre a mis oídos tus palabras.

Dime por favor en qué rincón,
nadie podrá ver mi tristeza;
dime cuál es el hueco de mi almohada,
que no tiene apoyada tu cabeza.

Dime por favor cuál es la noche,
en que vendrás, para velar tu sueño;
que no puedo vivir, porque te extraño;
y que no puedo morir, porque te quiero.

Sin comentarios...

Aca esta maxi posando para la camara trabando... ji muy divertido..

Jorge Luis Borges




Jorge Luis Borges


Ausencia

Habré de levantar la vasta vida
que aún ahora es tu espejo:
cada mañana habré de reconstruirla.
Desde que te alejaste,
cuántos lugares se han tornado vanos
y sin sentido, iguales
a luces en el día.
Tardes que fueron nicho de tu imagen,
músicas en que siempre me aguardabas,
palabras de aquel tiempo,
yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
como la cuerda a la garganta,
el mar al que se hunde.

Alejandra Pizarnik


EL MIEDO



En el eco de mis muertes
aún hay miedo.
¿Sabes tu del miedo?
Sé del miedo cuando digo mi nombre.
Es el miedo,
el miedo con sombrero negro
escondiendo ratas en mi sangre,
o el miedo con labios muertos
bebiendo mis deseos.
Sí. En el eco de mis muertes
aún hay miedo.




Hay veces...


LA JAULA



Afuera hay sol.
No es más que un sol
pero los hombres lo miran
y después cantan.

Yo no sé del sol.
Yo sé la melodía del ángel
y el sermón caliente
del último viento.
Sé gritar hasta el alba
cuando la muerte se posa desnuda
en mi sombra.

Yo lloro debajo de mi nombre.
Yo agito pañuelos en la noche
y barcos sedientos de realidad
bailan conmigo.
Yo oculto clavos
para escarnecer a mis sueños enfermos.

Afuera hay sol.
Yo me visto de cenizas.
Poemas del alma...
Alejandra Pizarnik


Piano


La melodía.

envíado por anakha

La puerta a sitios insospechados...

La melodía envolvía toda la casa, cada habitación, cada esquina... todo rezumaba de notas de aquella canción... esa maldita canción.

Notaba mis dedos deslizarse por cada una de las teclas de aquel mohoso piano, con la rapidez y agilidaz de cualquier profesional de aquel arte, tocaba y tocaba... y lo extraño es que jamás lo había aprendido.

Había perdido ya la cuenta del tiempo que llevaba tocando, las doncellas al principio intentaron disuadirme, pero tampoco podía decidirlo, no estaba totalmente bajo mi control... la melodía que tocaba lo traería a mí... el volvería a mí...

La tercera noche llegó a su fin, ¿o sería la cuarta? en fin, eso no importaba, cada vez le sentía más cerca, estaba segura de que el la lograba escuchar, oía mis lamentos, y ellos le servía como guía hacia mí.

Lo notaba, lo sentía, los dos éramos una sola alma, unida por el amor que nos sentíamos mutuamente, el sentía mi dolor y yo el suyo... tenía que volver a mí, es imposible separar dos cosas que están destinadas a unirse.

La melodía seguía sonando y siquiera sentía algo d cansancio en mis dedos... oía los lloros y las súplica de mis pobres doncellas, y las comprendía, pero sus pobres mentes eran incapaces de comprender la mía.

Mucha gente del pueblo se reunió a mi alrededor, a oirme tocar, al principio con atención y devoción, y finalmente con aburrimiento al verme que no pararía, e incluso con miedo.

Los primeros gritos de violencia, chillando bruja y derivados comenzaron... esos pobres ilusos, cierran su mente a lo que no pueden ver.... quizás sea mejor así.

Los hombres empuñaron sus hachas, y el fuego y comenzaron a acercarse... pero a mi asombro no sentí miedo, me di cuenta de que esa era la puerta que estaba buscando, la puerta que mi música quería abrir.

Al princìpio el dolor me atravesaba el cuerpo como cuchillos, pero tras ello sólo quedó la tranquilidad, el silencio... y la mano de mi amado sosteniéndome, la muerte sólo es el primer paso hacia la vida...

Lo miré a los ojos y sentí la alegría invadir mi cuerpo, y lo besé, lo besé con furia mientras oía un piano sonar...

Vacaciones

miércoles, 23 de enero de 2008

Sugestión de un sauce



Debe existir una ciudad de musgo
cuyo cielo de grises, al tramonto,
cruzan ángeles verdes con las alas
caídas de cristal deshilachado.
Y unos fríos espejos en la yerba
a cuyos bordes inclinadas lloran
largas viudas de viento amarilloso
que el vidrio desdibuja balanceadas.
Y un punto en el espacio de colgantes
yuyales de agua; y una niña muerta
que va pensando sobre pies de trébol.
Y una gruta que llueve dulcemente
batracios vegetales que se estrellan,
nacientes hojas, sobre el blando limo.

Alfonsina Storni

Vacaciones


Esto es en la pileta del complejo de cabañas altos del sol en Mina Claver en Córdoba

Músico busca pareja

[ "Músico busca pareja" ]

Busco quedar ligado a una mujer, sea blanca o negra, no importa, de
figura afinada o por lo menos armónica, acorde a mis ritmos, alegre
ma non troppo y que hubiese incorporado ciertos adagios, cuerda (que
no le falle la clavija, se salga de pista, ni que le dé a la caña
cuando le preste las llaves), que no hable en claves antiguas ni
tenga ganas de escorchear con temas de motivos repetitivos ni se
haga la sordina cuando sea necesario hacer puente (respetando mis
silencios y espacios o sabiendo leer entrelíneas) y que, sin forzar
unísonos ni barras divisorias, esté a tono con mis ideales sin la
violencia de batir el parche sino dando siempre la nota compás y, en
lo posible, sin costos adicionales.

Yo la tengo clarinete: siempre y cuando no sea una trompeta, me
chamuye sobre un triángulo o venga con el bombo, a mí me importa un
corno si carece de guitarra, aunque sería mejor que viniera
contrabajo para no tener que pasar el platillo en algún transporte.

De elegancia clásica con algún toque rococó y sin falsos
impresionismos, romántica, de edad media aunque contemporánea, que
cuando la vean todos digan "¡a la flauta!", luminosa como un sol,
poseedora de un registro superior notoriamente engrosado, los medios
más bien planos y bajos sólidos de buenos cantos, se apreciará
grandemente que gobierne la técnica de soplido con la lengüeta (con
labios firmes embocadura) y la de ambas manos, manejando el
repertorio académico sin descuidar ser popular, no sólo en la
posición fundamental sino también en todas las inversiones con sus
respectivas variaciones y movimientos, eludiendo ser dominante sino
mediante su ser sensible carente de alteraciones, con experiencia en
haber sostenido relaciones moduladas sin demasiados bemoles.

Que después de cenar la cazuela y con naturales crescendos y
accelerandos no tenga dificultades en la tertulia para decir que sí
y disfrutar trémolos y vibratos en el foso con el que la viola y
llegar al paraíso, aunque sea de parado (en vez de andar diciendo
por las noches "que la cabeza melodía" dejándome de puntillo y
trinando). Por lo que tendrán especial consideración las que
carezcan de inconvenientes para llegar repetidamente a casilla uno
y, después de varios da capo, puedan anunciar el brioso final
pasando decididamente a la coda.

Esta Sílfide, Giselle, Carmen, Bella Durmiente, Elegíaca del
Destino, Heroica y Patética, que desayuna galletitas Ópera y unta La
Traviata, seleccionada entre 1812, que a los 15 años en un picnic
estudiantil tuvo su primera Consagración de la Primavera en plena
Pastoral, tendrá las Bodas de Fígaro con un verdadero Príncipe Igor,
quien en La Coronación le ofrecerá no sólo El Anillo de los
Nibelungos sino todo El Oro del Rhin y collares de Corales, y que,
evitando su fuga y tras varias tocatas, se compromete a hacerle
conocer La Pasión y Gloria durante Las Cuatro Estaciones.

Pudiera ser..



Pudiera ser que todo lo que en verso he sentido
no fuera más que aquello que nunca pudo ser,
no fuera más que algo vedado y reprimido
de familia en familia, de mujer en mujer.
Dicen que en los solares de mi gente, medido
estaba todo aquello que se debía hacer...
Dicen que silenciosas las mujeres han sido
de mi casa materna... Ah, bien pudiera ser...
A veces en mi madre apuntaron antojos
de liberarse, pero, se le subió a los ojos
una honda amargura, y en la sombra lloró.
Y todo esto mordiente, vencido, mutilado,
todo esto que se hallaba en su alma encerrado,
pienso que sin quererlo lo he libertado yo.

Alfonsina Storni

miércoles, 2 de enero de 2008

Blues al paso



Banda de blues de un amigo del conser, que aunque ya no cursa en moron sigue sonando...
Marianito arbit, y mucho blues.
Banda de blues del oeste... Es muy buena entren a la pag. http://www.fotolog.com/blues_al_paso

ella es tan cargosa

La mejor banda del mundo para empezar el año