viernes, 25 de enero de 2008

Piano


La melodía.

envíado por anakha

La puerta a sitios insospechados...

La melodía envolvía toda la casa, cada habitación, cada esquina... todo rezumaba de notas de aquella canción... esa maldita canción.

Notaba mis dedos deslizarse por cada una de las teclas de aquel mohoso piano, con la rapidez y agilidaz de cualquier profesional de aquel arte, tocaba y tocaba... y lo extraño es que jamás lo había aprendido.

Había perdido ya la cuenta del tiempo que llevaba tocando, las doncellas al principio intentaron disuadirme, pero tampoco podía decidirlo, no estaba totalmente bajo mi control... la melodía que tocaba lo traería a mí... el volvería a mí...

La tercera noche llegó a su fin, ¿o sería la cuarta? en fin, eso no importaba, cada vez le sentía más cerca, estaba segura de que el la lograba escuchar, oía mis lamentos, y ellos le servía como guía hacia mí.

Lo notaba, lo sentía, los dos éramos una sola alma, unida por el amor que nos sentíamos mutuamente, el sentía mi dolor y yo el suyo... tenía que volver a mí, es imposible separar dos cosas que están destinadas a unirse.

La melodía seguía sonando y siquiera sentía algo d cansancio en mis dedos... oía los lloros y las súplica de mis pobres doncellas, y las comprendía, pero sus pobres mentes eran incapaces de comprender la mía.

Mucha gente del pueblo se reunió a mi alrededor, a oirme tocar, al principio con atención y devoción, y finalmente con aburrimiento al verme que no pararía, e incluso con miedo.

Los primeros gritos de violencia, chillando bruja y derivados comenzaron... esos pobres ilusos, cierran su mente a lo que no pueden ver.... quizás sea mejor así.

Los hombres empuñaron sus hachas, y el fuego y comenzaron a acercarse... pero a mi asombro no sentí miedo, me di cuenta de que esa era la puerta que estaba buscando, la puerta que mi música quería abrir.

Al princìpio el dolor me atravesaba el cuerpo como cuchillos, pero tras ello sólo quedó la tranquilidad, el silencio... y la mano de mi amado sosteniéndome, la muerte sólo es el primer paso hacia la vida...

Lo miré a los ojos y sentí la alegría invadir mi cuerpo, y lo besé, lo besé con furia mientras oía un piano sonar...

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