jueves, 13 de septiembre de 2007

“El Facundo”

Podemos decir que Sarmiento es considerado un antecedente de la sociología argentina, ya que necesita las teorías sociales para plantear la problemática referida al progreso de la Nación. Por ello habla de la “búsqueda en los antecedentes nacionales, en la fisonomía del suelo, en las costumbres y tradiciones populares.” (Sarmiento. El Facundo. 7° ed. Argentina: Editorial Sopena Argentina. 1958. Pág. 6)
Es pertinente mencionar que Sarmiento habla en El Facundo de las maneras de ser de un pueblo, y esto está relacionado con el concepto de civilización. Dice que es necesario buscar en los antecedentes de la Nación el por qué de la imposibilidad de que haya civilización en la misma.
“(…) ¿No habéis oído la palabra “salvaje” que anda revoloteando sobre nuestras cabezas?
De eso se trata de ser o no salvaje. (…) Es, por el contrario, una manifestación social; es una fórmula de una manera de ser de un pueblo.”
(Sarmiento. El Facundo. 7° ed. Argentina: Editorial Sopena Argentina. 1958. Pág. 8)
Se ve enfrentado a un doble desafío, ya que está invitado a realizar el modelo de sociedad deseado (civilizado), a la par que se constataban las contradicciones propias entre América del Norte y América Latina. La América hispana parecía portar en su seno los principios de Civilización y Barbarie.
Sarmiento también habla de un “movimiento social”, el cual es encabezado por el gaucho.
Para poder entender la diferenciación que hace Sarmiento con respecto a los campos de Civilización y Barbarie, es necesario comprender primero el significado de ambos términos.
Según el libro “El dilema argentino: Civilización o Barbarie. De Sarmiento al revisionismo peronista” podemos decir que el concepto de civilización tiene dos acepciones: “por un lado, el concepto indicará el “movimiento” o proceso por el cual la humanidad había salido de la barbarie original, dirigiéndose por la vía del perfeccionamiento colectivo e ininterrumpido. Por otro lado, la noción apuntará a definir un “estado” de civilización, un hecho actual” (…)
Según Guizot “La civilización es el hecho mas importante en lo que se refiere al hombre, el hecho par excellence, el hecho general y definido en que todos los demas se funden. Y civilización significa progreso y desarrollo. La palabra despierta, al ser pronunciada, la idea de un pueblo en movimiento, no para cambiar de lugar sino de estado, un pueblo cuya condición consiste en extenderse y mejorar. La idea de progreso, de desarrollo, me parece que es la idea fundamental que se contiene en la palabra civilización” (Guizot. Histoire de la civilisation en Europe, op.cit., p.62)
El empleo de la noción de civilización entraña su reverso, que es la barbarie. El término “bárbaro” proviene de la designación que hacían los griegos a todo aquel que no pertenecía a la polis, es decir al extranjero. Luego hacia el siglo XVIII podemos decir que este concepto cambió y se lo utilizó para designar la alteridad.
Lo que podemos decir a partir del análisis del Fausto de Sarmiento con respecto a esta dicotomía (Civilización/Barbarie) es que hay dos lógicas presentes. La primera es la de exclusión, la cual apunta a iluminar las diferencias de esencia existentes entre la civilización y la barbarie; y la segunda valoriza las diferencias de grado.
Para empezar es necesario tener en cuenta la postura que tiene Sarmiento sobre el concepto de civilización es compartida con la de Guizot, es decir toma el concepto en el marco de la “perfectibilidad” y el de “progreso” (El dilema argentino: Civilización o Barbarie. De Sarmiento al revisionismo peronista. Pág 17) Sarmiento toma la postura que apostará al binomio civilización-progreso como la única manera de llevar adelante la Nación, como lo hacían Estados Unidos y Europa, en especial Inglaterra y Francia.
Retomando el tema de las lógicas presentes en El Facundo, Sarmiento plantea la primera lógica dicha, que es la lógica de oposición fuerte o exclusiva, la cual muestra dos mundos, dos formas de vida totalmente diferentes, antagónicas podríamos decir. Tiende a anular las posibilidades de una relación de coexistencia entre ambos mundos.
Critica la barbarie presente en el pueblo hispanoamericano y adula la forma de vida civilizada que lleva Europa. Lo que trata de marcar son las fuertes diferencias entre lo que es civilizado, Europa y EE.UU, y lo que es bárbaro, América Latina. Dice que uno de los factores de dicha barbarie es el mestizaje que se produjo con la colonización Española. Por eso es indispensable para el progreso, luego de la liberación de Argentina de la corona española, borrar todo rastro de lo que fueron las influencias españolas que representaban al Antiguo Régimen y no contribuían al progreso. Con respecto a la fusión de razas que lleva a la barbarie Sarmiento rescata a Estados Unidos, que es el modelo a seguir, ya que éste mantiene una raza pura y sajona proveniente de la colonia británica.
“De compasión y vergüenza en la República Argentina comparar la colonia alemana o escocesa del sur de Buenos Aires, y la villa que se forma en el interior; en la primera las casitas son pintadas, el frente de la casa siempre aseado, adornado con flores y arbustos finos y graciosos; el amueblado sencillo, pero completo, la vajilla de cobre o estaño, reluciendo siempre, la cama con cortinillas graciosas, y los habitantes en un movimiento y acción continuos. Ordeñando vacas, fabricando mantequilla y queso, han logrado hacer algunas familias fortunas colosales y retirarse a la ciudad a gozar de las comodidades.
“La villa nacional es el reverso indigno de esta medalla; niños sucios y cubiertos de harapos viven con una jauría de perros; hombres tendidos por el suelo en la más completa inacción, el desaseo y la pobreza por todas partes, una mesita y petacas por todo amueblado, ranchos miserables por habitación, y un aspecto general de barbarie y de incuria los hacen notables” (Sarmiento. El Facundo. 7° ed. Argentina: Editorial Sopena Argentina. 1958. Pág.24)
Sarmiento toma a la ciudad como símbolo de la civilización. Si vamos al caso, la palabra civilización viene de ciudad y urbanización.
“La ciudad es el centro de la civilización argentina, española, europea; allí están los talleres de artes, las tiendas de comercio, las escuelas y colegios, los juzgados, todo lo que los caracteriza, en fin, a los pueblos cultos.” (Sarmiento. El Facundo. 7° ed. Argentina: Editorial Sopena Argentina. 1958. Pág. 25)
“El hombre de la ciudad viste el traje europeo, vive de la vida civilizada tal como la conocemos en todas partes; allí están las leyes, las ideas de progreso, los medios de instrucción, alguna organización municipal, el gobierno regular, etc. Saliendo del recinto de la ciudad, todo cambia de aspecto; el hombre de campo lleva otro traje, que llamaré americano, por ser común a todos los pueblos; sus hábitos de vida son diversos, sus necesidades peculiares y limitadas; parecen dos sociedades distintas, dos pueblos extraños el uno del otro.” (Sarmiento. El Facundo. 7° ed. Argentina: Editorial Sopena Argentina. 1958. Pág. 25)
La Naturaleza es en efecto, a los ojos de Sarmiento, el rasgo principal que marca la diferencia con la Europa civilizada. La barbarie es la que designa el triunfo de ella sobre la sociedad y la cultura, sobre el hombre.
La imagen del desierto es el horizonte sin límites, La Pampa, que produce un hombre que se desarrolla a través de la lucha y también del diálogo con la naturaleza. El ejemplo más perfecto de esta relación entre el hombre y la naturaleza es la del gaucho con su caballo. Este debe enfrentar en soledad los riesgos de la naturaleza.
Esta Pampa a la cual nos hace referencia Sarmiento muestra el desierto confundido con el horizonte y la naturaleza como objeto de contemplación.
Para Sarmiento detrás de ese horizonte están “la soledad, el peligro, el salvaje, la muerte”.
“El habitante de la América todavía bárbara es aquel que Sarmiento nos describe delante de su tapera, ocioso y perdido en la contemplación de La Pampa infinita. Este horizonte diluido que el criollo no ve como un espacio para la conquista, sino simplemente como un límite indefinido, impuesto por la naturaleza. O bien es el criollo que frente a la fuerza impetuosa de los ríos americanos no ve en ellos más que un obstáculo a superar si mayor esfuerzo, en tanto que un europeo vería en ellos una fuerza a domesticar, una naturaleza que debe colocarse al servicio del hombre.” (El dilema argentino: Civilización o Barbarie. De Sarmiento al revisionismo peronista. Pág48)
Entonces podemos decir que el verdadero creador de la barbarie es el desierto, que sería lo vacío que hay que llenar.
La oposición entre Sociedad y Naturaleza, lo pleno y lo vacío, es una contradicción que para Sarmiento exige la urbanización a partir de la inmigración europea, a fin de poblar lo vacío y crear nuevas formas sociales para acabar con la barbarie.
Sarmiento toma al caudillo como una manifestación de la vida argentina, quien utiliza la fuerza solamente como un medio para mantener su autoridad:
“(…) porque en Facundo Quiroga no veo un caudillo simplement, sino una manifestación de la vida argentina tal como la han hecho la colonización y las peculiaridades del terreno (…)
(…) Facundo, en fin, siendo lo que fue, (…) por sus antecedentes inevitables y ajenos de su voluntad, es el personaje histórico mas singular, más notable, que puede presentarse a la contemplación de los hombres que comprenden que un caudillo que encabeza un gran movimiento socia, no es más que el espejo en que se reflejan, en dimensiones colosales, las creencias, las necesidades, preocupaciones, hábitos de una nación en una época dada de su historia.” (Sarmiento. El Facundo. 7° ed. Argentina: Editorial Sopena Argentina. 1958. Pág.11)
El caudillo dentro de las categorías de dominación legítima de las que habla Weber entraría en la de tradicional.
“Tradicional: se apoya en la creencia en la santidad de las tradiciones que tienen vigencia desde tiempos remotos y en la legitimidad de aquellos a quienes esas tradiciones atribuyen el ejercicio de la autoridad (autoridad tradicional)” (Estudio preliminar y selección de textos: Juan C. Portantiero. La Sociología clásica: Durkheim y Weber. –Weber-Pág.106)
Esto se debe a que el caudillo es la autoridad por la legitimidad que le da la tradición, ya que en él se ven reflejadas las creencias, necesidades, preocupaciones y hábitos del pueblo.
Sarmiento hace un claro análisis a cerca de que la civilización es necesaria para que la Nación progrese, para esto se basa en que las nuevas ideas, europeas, deben triunfar sobre la tradición para acabar con los hábitos ignorantes.
En sí el aporte de la civilización es el progreso de la Nación.

Bibliografía:

“El dilema argentino: Civilización o Barbarie. De Sarmiento al revisionismo peronista”
Guizot. Histoire de la civilisation en Europe
Sarmiento. El Facundo. 7° ed. Argentina: Editorial Sopena Argentina. 1958.

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