jueves, 13 de septiembre de 2007

El origen del virtuosismo, el músico comienza a independizarse.

El virtuosismo y sus principales características

Los principales ideales del virtuosismo eran crear, estimular y ejemplificar una acción ambiciosa y un desarrollo ilimitado de la música. Elevar y ennoblecer la situación de los artistas mediante la abolición de los abusos e injusticias a que han de hacer frente y tomar las medidas necesarias para preservar su dignidad.
Los músicos simplemente músicos ya habían pasado: ahora únicamente eran artistas al servicio del ideal romántico, quienes tenían como intención comunicar algo profundo que la palabra era incapaz de transmitir. Liszt decía: “Creemos en un progreso ilimitado, en un futuro libre de trabas para el artista social; ¡Creemos en ellos con toda la fuerza y la esperanza del amor!”
Entre las contradicciones del movimiento romántico destaca el hecho de que al mismo tiempo que revivía el pasado y manifestaba su inclinación por la intimidad y el ensimismamiento más exclusivos, elevaba el virtuosismo hasta alturas sin precedentes. El virtuosismo no era un tema nuevo en el ámbito de la música, ya que en los siglos anteriores, por ejemplo en el siglo XVI, se había desarrollado medianamente en instrumentos como el laúd y la gamba una habilidad técnica especial inalcanzable para los simples aficionados. A estos dos instrumentos les siguieron el violín y el clavicordio. Pero en realidad el verdadero virtuosismo se encuentra sobre todo en dos instrumentos: el violín y el piano. El verdadero instrumento del romanticismo es el piano, y lo es en su sentido más completo, no solo por su intimidad, sino también por su brillantez. Con respecto al violín en el siglo XVII descubrió posibilidades técnicas muy importantes en cuanto a su desarrollo; pero con el virtuosismo de Paganini ya no quedaban más recursos para explotar. Es así como el piano toma el lugar del único instrumento propio del virtuosismo romántico. Comienzan a escribirse obras para piano y la técnica del arreglo alcanzo su máximo auge con las partituras de Liszt. Se ven arreglos para dos manos, para cuatro, para dos pianos, se desarrollan todas las posibilidades del instrumento en cuanto a sonoridad y técnica.
Era un nuevo virtuosismo que conectaba con el público, con las masas, a la que ya no decían nada las sonatas de Mozart ni las de Clementi.
La diferenciación entre lo íntimo y lo brillante se agudizó más y más.
Podemos afirmar que el origen de este nuevo virtuosismo se da de la mano del maravilloso Paganini; quien hacia hablar, llorar y si se quiere explicar lo inexplicable a través de su violín. Fue entonces, hacia 1820, que un violinista italiano, cuyo virtuosismo aun hoy exhala un aire de fabuloso encantamiento pudo conquistar las salas de conciertos de toda Europa.
El ejemplo de Paganini lo siguieron maestros como Franz Liszt y Chopin, entre otros, quienes decidieron llevar el arte de su instrumento, el piano, al mismo grado de perfección y si era posible hasta superarlo. Y lo consiguieron porque eran mucho más que unos simples virtuosos, eran genios musicales. Pusieron el virtuosismo al servicio de la expresión poética.

1 comentario:

Maxi dijo...

Hola So, muy interesante el blog.
Deja de tragar libros

Te quiero mucho

Maxi